miércoles, 21 de noviembre de 2007

Cintio Vitier


Hay un maestro en la Habana, es el viejo Cintio Vitier, tiene tanto que decirnos...


ALGO LE FALTA A LA TARDE

Algo le falta a la tarde,
no están completos los pinos,
y yo mirando a las nubes
siento lo que no he sentido.

A cada instante pregunto
por el tesoro perdido
cuya sombra se desplaza
con melancólico frío.

Mirándome está el deseo,
nocturno, solo, infinito;
callada va la nostagia
llameando eternos vestigios.

No llega nunca mi gesto
a la tierra del destino;
la vida acaba inconclusa,
quedan los sueños en vilo.



CANCIÓN

¡Oh dulcísimo callar
del ángel de mi sigilo!

¡Oh dulcísimo callar
del mundo en mi corazón!

¡Oh dulcísima miseria
de mis ojos en la flor,

de mi soñar en el ro,
de mi tacto por el cielo!


EXAMEN DEL MANIQUEO

Cuántas veces ha sido humillada tu soberbia:
la soberbia del maniqueo.
Cuántas veces has tenido que beberte las lágrimas de hiel
de no ser puro como un ángel.

¿De qué vale sutilizar los argumentos?
-Sí, has colaborado con todo lo que odias,
con la múltiple, infinita cara del mal.
¿En mínima medida? ¿Sólo por omisión? ¿Sólo para ganar el pan?
Nada puede consolarte.
-Nada: porque mientras menor o más irrechazable haya sido tu
complicidad,
más esencial es tu miseria,
y mientras creías estar amparando en tu casa a los dioses siempre
derrotados,
no eras más que un oscuro obrero de la monstruosa construcción.

Y así, cuando llegues a la presencia de tu Señor, no podrás decirle:
fui puro, no pacté, no mezclé mi alma con las tinieblas,
sino tendrás que confesarle: soy
esta mezcla deleznable,
me fue impuesto el insulto de la promiscuidad,
tuve que dar al César lo que es del César
y al cuerpo lo que es del cuerpo,
soy uno más, perdido y manchado, en el rebaño,
-quise salvar la luz, pero no pude.


NADA SERÁN MIS PALABRAS...

Nada serán mis palabras
si no encuentran otra boca
que las cante y las olvide
y las devuelva a la sombra.

Allí quizás amanezcan,
vagas ciudades ruinosas,
y a otros solos lleve el aire
la nostalgia de su aroma.

Nada será lo que soy
si en los otros no se apoya:
mi presencia en otro hombro,
mi esperanza en su congoja.

¡No me dejes amarrado,
demente, al ánima sola!
¡Mira que voy a mi infierno
si no hay pecho que me acoja!

El que pasa me sostenga,
la voz pueril sea mi roca,
en ellos soy, y con ellos
pediré misericordia.


TRABAJO

Esto hicieron otros
mejores que tú
durante siglos.
De ellos dependía
tu sensación de libertad
tu camisa limpia
y el ocio de tus lecturas y escrituras.
De ellos depende
todo
lo que te parecía natural
como ir al cine
o estar triste, levemente.
Lo natural, sin embargo, es el fango,
el sudor, el excremento.
A partir de ahí, comienza
la epopeya, que no es sólo
un asunto de héroes deslumbrantes,
sino también
de oscuros héroes, suelo de tus pisadas,
página donde se escriben las palabras.
Deja las palabras, prueba
un poco
lo que ellos hicieron, hacen,
seguirán haciendo
para que seas:
ellos,
los sumidos en la necesidad
y la gravitación,
los molidos por los soles implacables
para que tu pan siempre esté fresco,
los atados
al poste férreo de la monotonía
para que puedas barajar todos los temas,
los mutilados
por un mecánico gesto infinitamente repetido
para que puedas hacer
lo que te plazca con tu alma y con tu cuerpo.
Redúcete como ellos.
Paladea el horno,
come fatiga.
Entra un poco, siquiera sea clandestinamente,
en el terrible reino de los sustentadores
de la vida.


ÚLTIMO EPITALAMIO

Pero si al cabo vienes, despojada
de tus flores nupciales, a la hora
en que el mundo hasta el fondo se desdora
y la ceniza cubre a la mirada;

pero si entonces, con la boca helada
del ocaso postrero que devora
toda ilusión, fatal coronadora,
al oído me dices: soy la nada,

te daré gracias por dejarme verte
y abrazarte desnuda, y por ser mía
siquiera en el instante de perderte;

y dormiré en el tálamo que hacía
mi corazón, soñando que la muerte
es tu último velo, poesía.


UN EXTRAÑO HONOR

El árbol sabe, con sus raíces y sus ramas,
todo aquello que puede ser un árbol:
¿o acaso también falta
a su mitad visible otro esplendor
que es lo que está sufriendo y anhelando?
No lo sabemos. Pero él
no necesita conocerse. Basta
que su misterio sea, sin palabras
que vayan a decirle lo que es, lo que no es.
El árbol, majestuoso como un árbol,
lleno de identidad hasta las puntas,
puede medirse cara a cara con el ángel.

Y nosotros ¿con quién nos mediremos,
quién ha de compartir nuestra congoja?
Ved ese rostro, escrutad esa mirada
donde lo que brilla es un vacío,
repasad como en sueños
esas líneas dolorosas en tomo de los labios,
ese surco que ha de ahondarse en la mejilla,
la desolada playa de la frente,
la nariz como un túmulo funesto. ¡Qué devastado reino,
qué fiero y melancólico despojo, humeando todavía!
Sólo otro rostro podría comprenderlo.
Así nos miramos cara a cara, el alma desollada,
con el secreto júbilo insondable que nos funda,
que está hecho de vergüenza
y de un extraño honor.


martes, 20 de noviembre de 2007

Blues para el Funeral.

Que se paren los relojes,
que se que corte el teléfono,
que el perro a un hueso jugoso ya no le ladre,
que se callen los pianos y con redobles en sordina
venga el ataud y entren los dolientes.
Que los aeroplanos que gimiendo dan vueltas en lo alto
escriban en el cielo el mensaje: "·Él ha muerto·",
que pongan pajaritas de papel en los cuellos blancos de las palomas,
que los policias se pongan guantes negros.
Era mi norte, mi sur, mi este y mi oeste,
toda mi semana y mi día de descanso,mi mediodía,
mi medianoche, mi plática, mi canción.
Pensé, y estaba equivocado,
que nuestro amor duraría siempre.
Ya no quiero las estrellas. Que las apaguen,
que empaquen la luna y desmantelen el sol.
Que sequen el océano y barran los bosques
porque ya nada de lo que venga habrá de ser bueno.
W. H. Auden

Alejandra Pizarnik


Aquí les dejo unos textos de la que a mi parecer es la mejor poeta de Argentina, la niña que siguió de largo dejando atrás el fondo. Adentrémonos al mundo de Alejandra Pizarnik.



AMANTES

una flor
no lejos de la noche
mi cuerpo mudo
se abre
a la delicada urgencia del rocío


CANTORA NOCTURNA

Joe, macht die Musik von damals nacht...

La que murió de su vestido azul está cantando.
Canta imbuida de muerte al sol de su ebriedad.

Adentro de su canción hay un vestido azul, hay
un caballo blanco, hay un corazón verde tatuado
con los ecos de los latidos de su corazón
muerto.

Expuesta a todas las perdiciones, ella
canta junto a una niña extraviada que es ella:
su amuleto de la buena suerte. Y a pesar de la
niebla verde en los labios y del frío gris en los
ojos, su voz corroe la distancia que se abre entre
la sed y la mano que busca el vaso.

Ella canta.


COLD IN HAND BLUES

y qué es lo que vas a decir
voy a decir solamente algo
y qué es lo que vas a hacer
voy a ocultarme en el lenguaje
y por qué
tengo miedo

ÁRBOL DE DIANA

1
He dado el salto de mí al alba.
He dejado mi cuerpo junto a la luz
y he cantado la tristeza de lo que nace.


20
a Laure Bataillon

dice que no sabe del miedo de la muerte del amor
dice que tiene miedo de la muerte del amor
dice que el amor es muerte es miedo
dice que la muerte es miedo es amor
dice que no sabe


23
una mirada desde la alcantarilla
puede ser una visión del mundo
la rebelión consiste en mirar una rosa
hasta pulverizarse los ojos


FRONTERAS INÚTILES

un lugar
no digo un espacio
hablo de
qué

hablo de lo que no es
hablo de lo que conozco


no el tiempo
sólo todos los instantes
no el amor
no

no

un lugar de ausencia
un hilo de miserable unión


LA ENAMORADA

ante la lúgubre manía de vivir
esta recóndita humorada de vivir
te arrastra Alejandra no lo niegues.

hoy te miraste en el espejo
y te fuiste triste estabas sola
y la luz rugía el aire cantaba
pero tu amado no volvió

enviarás mensajes sonreirás
tremolarás tus manos así volverá
tu amado tan amado

oyes la demente sirena que lo robó
el barco con barbas de espuma
donde murieron las risas
recuerdas el último abrazo
oh nada de angustias
ríe en el pañuelo llora a carcajadas
pero cierra las puertas de tu rostro
para que no digan luego
que aquella mujer enamorada fuiste tú

te remuerden los días
te culpan las noches
te duele la vida tanto tanto
desesperada ¿adónde vas?
desesperada ¡nada más!





Ha llegado el turno del maestro venezolano Rafael Cadenas.
Leámoslo...



DERROTA

Yo que no he tenido nunca un oficio
que ante todo competidor me he sentido débil
que perdí los mejores títulos para la vida
que apenas llego a un sitio ya quiero irme (creyendo que mudarme
es una solución)
que he sido negado anticipadamente y escarnecido por los más aptos
que me arrimo a las paredes para no caer del todo
que soy objeto de risa para mí mismo
que creí que mi padre era eterno
que he sido humillado por profesores de literatura
que un día pregunté en qué podía ayudar y la respuesta fue una risotada
que no podré nunca formar un hogar, ni ser brillante, ni triunfar en la vida
que he sido abandonado por muchas personas porque casi no hablo
que tengo vergüenza por actos que no he cometido
que poco me ha faltado para echar a correr por la calle
que he perdido un centro que nunca tuve
que me he vuelto el hazmerreír de mucha gente por vivir en el limbo
que no encontraré nunca quién me soporte
que fui preterido en aras de personas más miserables que yo
que seguiré toda la vida así y que el año entrante seré muchas veces
más burlado en mi ridícula ambición
que estoy cansado de recibir consejos de otros más aletargados que yo
("Ud. es muy quedado, avíspese despierte")
que nunca podré viajar a la India
que he recibido favores sin dar nada a cambio
que ando por la ciudad de un lado a otro como una pluma
que me dejo llevar por los otros
que no tengo personalidad ni quiero tenerla
que todo el día tapo mi rebelión
que no me he ido a las guerrillas
que no he hecho nada por mi pueblo
que no soy de las FALN y me desespero por todas esas cosas y por otras
cuya enumeración sería interminable
que no puedo salir de mi prisión
que he sido dado de baja en todas partes por inútil
que en realidad no he podido casarme ni ir a París ni tener un día sereno
que me niego a reconocer los hechos
que siempre babeo sobre mi historia
que soy imbécil y más que imbécil de nacimiento
que perdí el hilo del discurso que se ejecutaba en mí y no he podido encontrarlo
que no lloro cuando siento deseos de hacerlo
que llego tarde a todo
que he sido arruinado por tantas marchas y contramarchas
que ansío la inmovilidad perfecta y la prisa impecable
que no soy lo que soy ni lo que no soy
que a pesar de todo tengo un orgullo satánico aunque a ciertas horas
haya sido humilde hasta igualarme a las piedras
que he vivido quince años en el mismo círculo
que me creí predestinado para algo fuera de lo común y nada he logrado
que nunca usaré corbata
que no encuentro mi cuerpo
que he percibido por relámpagos mi falsedad y no he podido derribarme,
barrer todo y crear de mi indolencia, mi flotación,
mi extravío una frescura nueva, y obstinadamente
me suicido al alcance de la mano
me levantaré del suelo más ridículo todavía para seguir burlándome de los otros
y de mí hasta el día del juicio final.




DISYUNTIVA

La naturaleza de la poesía
es inintencionada.
Goran Palm


Yo quería escribir
un poema,
luego tuve la intención
de no tener intención
y el poema se quedó allí
detenido,
atrapado,
carbonizado entre la chispa
de las dos intenciones
y aquí
lo dejo.



De "Una Isla" 1958:

* * *

2. Escribiste: "Estos muros se hacen transparentes cuando te siento.
Mañana traigo los libros.
Te besa".
Mi libertad había nacido tras aquellas paredes. El calabozo núm. 3
se extendía como un amanecer. Su día era vasto.
El pobre carcelero se creía libre porque cerraba la reja, pero
a través de ti yo era innumerable.


* * *

7. Una urbe áspera sella mi boca.

Yo viajo a los espacios transparentes.
Conmigo está tu chal de lana, el viejo fonógrafo que cuidabas tanto,
tus zarcillos con que ibas al mercado, tu pulsera de oro, la vajilla humilde.
El perro que nos despertaba pasa su hocico por mi lecho.
No es magia, sencillamente nada he olvidado a no ser que existo sin ti.


* * *

8. YOU

Tú apareces,
tú te desnudas,
tú entras en la luz,
tú despiertas los colores,
tú coronas las aguas,
tú comienzas a recorrer el tiempo como un licor,
tú rematas la más cegadora de las orillas,
tú predices si el mundo seguirá o va a caer,
tú conjuras la tierra para que acompase su ritmo a tu lentitud de lava,
tú reinas en el centro de esta conflagración
y del primero
al séptimo día
tu cuerpo es un arrogante
palacio
donde vive
el
temblor.


De "Los cuadernos del destierro" 1960


* * *

2. DESEO

De tanto imaginarte, sonreírte, esperarte, me canso. Te veo y pregunto ¿eres tú?
Respiro tu llegada; ya sin creer.

No me pidas explicaciones.
No me quites la idea que tengo, tan vaga.
No me pruebes, por favor, en terreno firme (me harías a un lado).

Algunas veces de ti no queda nada, una pequeña lámina.
Si llegas, te aproximas, te parece bien, sencillamente será otra cosa, otra cosa, cosa de delirio.
Tendrás magnitud y calor.

Eres el otro lado del botín.
¿Comprendes?


* * *

6. EL ARGUMENTO

Por la mañana
leemos anestesiados
las noticias
de la guerra (cualquier guerra),
un titular
bien merece algunos combates;
cada bando
desea demostrar que Dios
está de su parte
con el argumento definitivo;
nuestros ojos recorren
las páginas
-buscamos más confirmaciones
de nuestra derrota
y el periódico trae lo que esperamos encontrar.





Κωνσταντίνος Πέτρου Καβάφης


Para inaugurar el blog les traigo un un poeta greigo, nacido en Alejandría Egipto.
Leamos pues a Κωνσταντίνος Πέτρου Καβάφης (Konstantinos Petrou Kavafis)




MELANCOLÍA DE JASON CLEANDRO,

POETA DE KOMANEGE, 595 d.n.e.


El envejecer de mi cuerpo y de mi rostro

es la herida de un espantoso cuchillo.

No tengo la menor renignación.

A ti acudo arte de la poesía,

que algo sabes de remedios;

intentos para aturdir el dolor

con la Fantasía y la Palabra.


Es la herida de un cuchillo espantoso.

Haz llegar tus remedios, arte de la poesía,

para que, al menos por un instatente,

no se sienta la herida.



GRISES

Mirando un ópalo
recordé unos hermosos ojos grises
que había visto hará unos veinte años...

Nos amamos un mes.
Marchó después a Esmirna, creo,
a trabajar allí y no nos vimos más.

Se habrán empañado -si vive- aquellos ojos;
ajado estará aquel rostro hermoso...

Guárdalos tú, memoria mía, como eran.
Y cuanto de mi amor puedas, memoria,
cuanto puedas, tráemelo de nuevo
esta noche.

Versión de Pedro Bádenas de la Peña


HE DADO AL ARTE

Me siento y medito. He dado al Arte

deseos, sensaciones, ciertos entrevistos
rostros o líneas, la insegura imagen
de amores incompletos. Dejad que a él me entregue.
El Arte sabe dar forma a la Belleza,
con toque imperceptible completando la vida
combinando impresiones, combinando los días.

Versión de José Ángel Valen


ITACA


Cuando emprendas el viaje a Itaca
ruega que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de descubrimientos.
A Lestrigones, Cíclopes,
al colérico Poseidón
no temas,
jamás hallarás tales seres en tu camino,
si tu pensar es elevado,
si selecta es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los Lestrigones ni a los Cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no lo llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante tí.

Ruega que el camino sea largo.
Que sean muchas las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos antes nunca vistos.
Podrías detenerte en los mercados de Fenicia
y comprar hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano y
toda suerte de perfumes sensuales,
adquiere tanto como puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
y no dejes de aprender de sus sabios.

Que siempre Itaca esté en tu pensamiento.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años y atracar,
viejo ya, en la isla, enriquecido
de cuanto ganaste en el camino
sin aguardar a que Itaca te enriquezca.

Itaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.

Aunque la encuentres pobre, no creas Itaca te ha engañado.
Sabio como te has vuelto, tan pleno de experiencia,
entenderás ya qué significan las Itacas.



HACE MUCHO TIEMPO


Quisiera hablar de este recuerdo,

pero la siento tan desvenecido -como si ya nada quedara-

pues fue hace mucho tiempo, en mi adolescendia.

Una piel como el jazmín...
aquella tarde de agosto -¿era agosto?-
aún puedo recordar los ojos: azules, creo que eran...

Ah sí, azules: de un azul zafiro.



VOCES

Ideales y profundamente amadas voces
de aquellos que murieron, o de quienes
se perdieron para nosotros como los muertos.

A veces nos hablan en los sueños;
a veces, pensando, la mente los escucha.

Y por un momento con su eco otros ecos
regresan desde la primera poesía de nuestra vida,
como música que extinguieran las lejanas tinieblas.

Versión de Eduardo López



UNA NOCHE

La habitación pobre y vulgar,
escondida en los altos de la taberna equívoca.
Desde la ventana la calleja,
estrecha y sucia.
Y las voces abajo de unos cuantos obreros
distrayendo su tiempo con las cartas.

Y allí, sobre aquel lecho ordinario y humilde,
el cuerpo tuve del amor, los labios
voluptuosos de la embriaguez, purpúreos
de tal embriaguez que cuando ahora,
después de tantos años, esto escribo

en mi casa vacía me embriago de nuevo.

Versión de José Ángel Valente


Forma de felicidad

Siempre me había negado a la posibilidad de crear un blog, pero bueno, a la final uno termina sucumbiendo a la tecnología.
No soy tan Narcisista como para publicar algo mio si existen tantos poemas bellos, por eso a esta hora vengo a compartisles a mis más grandes maestros y acordar con ustedes el deliete de una forma de felicidad... la Poesía.

esto se trata sólo de unas breves compilaciones de diferentes autores, si algún visitante no se siente a gusto con los textos aquí compartidos, por favor perdone al comité editorial que se basa en su humilde gusto literario, y como todos sabemos, no debe ser perfecto.